Divinidad
Dios
bendiga
el
movimiento altanero y vanidoso
de
tus caderas,
que
suma y multiplica pasiones,
en
exótica operación matemática.
Dios
bendiga tus caderas
y
sus alucinantes curvas pecaminosas
que
parecen salidas
del
Cantar de los Cantares.
Caderas
donde se esconde la pasión de la cumbia
mientras
son reclamadas a gritos
en
las calles por donde transitas,
caderas
que cada noche
convierto
en grupas
y
monto para conquistar la vida
y
abandonarme por completo al placer.