jueves, 19 de diciembre de 2019



Pureza

Huyendo de mis fantasmas
me escondí detrás de tu alma.
Fue inútil,
tu transparencia me hizo visible.



Tendida y absorta
sobre lecho de pétalos blancos 
que se confunden con tu piel
descubro lenta y suavemente
la concupiscencia 
que escondes en el alma
y cual guerrero celoso y libidinoso
conquisto cada milímetro de tu envoltura
y conmigo la llevo
para que nadie más la toque,
para que nadie más la sienta
y devolverla entonces
cuando, nuevamente,
volvamos a reescribir esta historia
que tan solo leemos tú y yo.


11 y 18

Ya una vez te lo dije,
cuando la muerte haya convertido
mi carne en recuerdos
y decidan exhumar mis huesos
comprobarán que en ellos
está grabado tu nombre.